Compuesto por Antonio Álvarez
Alonso en Cartagena en el año 1902. En el año 1938, en plena guerra civil se le
añadiría la letra por parte de su sobrino Juan Antonio Álvarez Cantos, para ser
interpretada por la actriz Estrellita Castro en la película que lleva el mismo
nombre. Fue reversionada por otros artistas posteriormente como Concha Piquer o
Diego el Cigala entre otros muchos. Ha aparecido en diversas películas, series, etc… Pieza
habitual de la fiesta nacional.
En su recorrido nocturno, se detuvo ante la confitería España, ubicada frente al café de sus actuaciones, y observando una confitura típica llamada "suspiros" que eran avellanas caramelizadas, se inspiró para bautizar "Suspiros de España" a su nueva partitura.
El pasodoble fue estrenado por la Banda de Música del 3.er Regimiento de Infantería de Marina (actualmente Tercio de Levante) dirigida por Ramón Roig y Torné, el día del Corpus Christi de 1902 en la plaza de San Sebastián de Cartagena. Las ordenanzas militares impedían que el Maestro Roig cediera la dirección para el estreno a Antonio Álvarez Alonso, su buen amigo y autor de la obra, dada la condición de civil de éste. Una placa conmemora la efeméride en el lugar del estreno.
Esta canción tuvo gran repercusión en la España del exilio tras la guerra, debido a su tono triste y a su letra de añoranza de España.
Pero no solo está asociada a aquella España del exilio, sino que también tuvo gran popularidad en la España de Franco, siendo un pasodoble muy popular incluso en festividades religiosas y como digo muy interpretada en la fiesta nacional.
Su letra es la siguiente:
Quiso
Dios, con su poder,
fundir
cuatro rayitos de sol
y hacer
con ellos una mujer.
Y al
cumplir su voluntad,
en un
jardín de España nací
como la
flor en el rosal.
Tierra
gloriosa de mi querer,
tierra
bendita de perfume y pasión:
España,
en toda flor a tus pies
suspira
un corazón.
¡Ay de
mi! ¡Pena mortal!,
porque me
alejo, España, de ti.
¿Por qué
me arrancan de mi rosal?
Quiero yo
volver a ser
la luz de
aquel rayito de sol
hecho
mujer
por
voluntad de Dios.
¡Ay,
madre mía!
¡Ay!
¡Quién pudiera
ser luz
del día
y al
rayar la amanecida
sobre
España renacer!
Mis
pensamientos
han
revestido
el
firmamento
de besos
míos;
y sobre
España,
como
gotas de rocío,
los dejo
caer.
En mi
corazón,
España,
te miro,
y el eco
llevará de mi canción
a España
en un suspiro.
Dedicado con especial cariño a aquellos que tuvieron que marchar de España para ganarse la vida, especialmente a los que como yo, en los tiempos que vivimos, arruinados, desesperados y asqueados de todo y de todos han tenido que irse fuera de nuestra querida España en busca de una oportunidad de prosperar en la vida.
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