Pues bien, el PP de
Rajoy está pidiendo a gritos un entierro ya porque el hedor que desprenden es
insoportable.
Hay claros síntomas de
que un cadáver está en fase de putrefacción.
El aun presidente del
gobierno Mariano Rajoy se pregunta a sí mismo triste, incrédulo y decepcionado
porque la sociedad española tiene esa imagen nefasta de él, porque España no
valora positivamente todo lo que ha
hecho él y su gobierno por sacarla de la crisis y porque no agradece la mejoría económica. Claro
síntoma de putrefacción.
Hacen una Junta
Nacional con el fin de sacarse una foto y ni Cristo levanta la voz. Ni una
crítica, ni un mal gesto, nadie difiere de la opinión oficial. Todos a una con
el presidente, somos los mejores y España tiene un futuro prometedor por
delante con este gobierno. Somos los mejores y no reconocemos un fallo
ni una maldad. Síntoma de putrefacción.
Cuando en mes y poco
el PP pierda la práctica totalidad del poder autonómico nacional surgirán las
voces habituales de: los ciudadanos nos han mandado un aviso, hemos de abrir un
período de reflexión, etc… Y seguirán haciendo exactamente lo mismo que hasta
ahora. Señal clarísima de putrefacción.
Están muertos y no lo
saben, o lo saben y no quieren reconocerlo.
El Psoe ha pasado a ser un partido
regionalista donde solo va a gobernar en Andalucía por lo que lo gobiernan, y
el PP por mucho que no se enteren los muy idiotas están en la piel del Psoe del
ZP en el año 2011. Se creen los muy ineptos que ganaron, arrasaron gracias a
sus méritos. Son incapaces de ver que ganaron porque España hasta ahora ha sido
A o B, y si A lo hacía mal se votaba en masa a B, y al revés.
Los síntomas son los
mismos que los del Psoe de Zp cuando tras ganar las elecciones con los votos de
toda la mugre y descerebrados que pueblan las Españas siguieron negando la
crisis, siguieron tirando el dinero público, robando a manos llenas y erre que erre con
las mismas maldades de la memoria histórica, contra la Iglesia y la madre que
parió amen de presumir de gestión.
Dice Rajoy que no
entiende que España no valore lo conseguido. Esa reflexión representa a las
claras que los políticos no viven en el mismo mundo que el resto de la gente y
representa lo alejados que están de la sociedad y de los problemas reales de la
gente.
Si Rajoy se cree que
el que tiene dos carreras y lleva tres, cuatro o cinco años en el paro le va a
votar porque ha conseguido un trabajo de respondedor en el Lidel por 500 euros
a media jornada es que no está bien de la azotea.
Esto está finiquitado.
Hace falta gente nueva como el respirar.
Llamen a un
enterrador, los cadáveres empiezan a apestar muchísimo.
La única duda que
tengo es si este rebaño de borregos llamado España va a ser capaz de enterrar a
los cadáveres y abrir las ventanas para ventilar la peste, si enterraremos a los
cadáveres para meter en casa otros cadáveres que llevan aun mas tiempo muertos, o si
seguiremos fingiendo que el muerto no está muerto, aunque el hedor nos haga
vomitar a todos del asco.
Tratándose de la España de hoy, sinceramente, todo puede ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario